Cuando empecé a publicar en LinkedIn mi mayor problema era que no me alcanzaba el tiempo.
Apenas terminaba de escribir la publicación del día y ya me estaba esperando la siguiente. Y de la que no tenía ninguna idea o dirección. Sentía que, en vez de varios, estaba escribiendo un único e interminable post que me generaba grandes dosis de ansiedad.
Probé muchas cosas para intentar mejorar.
Pero todo me falló.
Llegué a pensar que la creación de contenido era esto, siempre sentirse agobiado por lo que vas a publicar al día siguiente, terminar en el último minuto, padecer el proceso. Me sentía dentro de una montaña rusa y si esa iba a ser mi carrera, estaba condenada al fracaso.
Hasta que leí el libro Deep Work de Cal Newport y mi enfoque cambió 360.
A grandes rasgos, el libro explica que para alcanzar máxima productividad, lejos de sesiones cortas espaciadas en el tiempo, debemos trabajar durante una sesión larga y luego descansar. Muchos de los grandes científicos y pensadores a lo largo de nuestra historia compartieron una rutina similar, combinando sostenidas horas de trabajo con descansos prolongados en los que caminaban por ahí, miraban al cielo…
Mi primera impresión fue que esto no tenía ningún sentido.
Un tiempo para no hacer nada es tiempo perdido.
Debería rellenar ese espacio haciendo algo.
Estaba confundido.
Nos han enseñado que la productividad es llenar cada bloque de tiempo del día con alguna tarea. No hacerlo significa ser perezoso. El ser humano moderno está configurado como una pieza de hardware, máxima explotación hasta que se rompe. Luego, botar y reemplazar con una nueva, pero, te pregunto.
¿Existe un reemplazo para ti, qué pasaría si un día te rompes?
Pues el enfoque de la máxima explotación terminará por “romperte.” Mientras que alternar entre períodos de trabajo intenso y descansos prologados mantendrá tu tanque siempre lleno.
Y, gracias a este conocimiento, desarrollé este sistema:
Trabajo por lotes, así gano máxima concentración. Soy un escritor diurno, prefiero las mañanas, así que distribuyo mis tareas de mayor gasto de energía en ese horario. Puede que te sientas más cómodo trabajando en la noche, ambas posturas tienen sus beneficios y, en esta entrada, te doy algunos consejos para cada caso.
Lo importante es que ubiques varias horas consecutivas cada día para tu proceso de escritura. Yo acumulo casi la totalidad de mis sesiones de Redacción un solo día: el sábado.
8 horas de escritura continua.
Casi todos mis colegas opinan que es demasiado.
Pero, desde que adopté este estilo de trabajo, he obtenido muchos beneficios:
Sesiones de escritura divertidas y excitantes.
Publicaciones con una voz y estilo coherentes.
Un buen equilibrio entre profundidad y velocidad.
Una sola sesión de trabajo y terminé toda la semana.😱😱
El resto de las fases de mi proceso las distribuyo entre mis bloques de tiempo libre.
La Ideación repartida entre toda la semana, esta es la fase menos rígida, porque las ideas pueden aparecer en cualquier momento. Aún así, tengo bloques programados para solo generar ideas.
El Consumo, el ejercicio de leer o investigar, lo tengo reservado para las primeras horas de la mañana, de Miércoles a Viernes. Esta fase la debes tener bien vigilada, porque el pretexto de investigar un poco más antes de escribir, puede convertirse en una fuente de procrastinación. No me permito investigar o leer más allá de un tiempo establecido.
La Planificación, justo antes de las sesiones de Redacción, me permite bosquejar una idea y dejarla lista para escribir, más sobre esto en la próxima entrada.
La gran sesión de Redacción el sábado, en la que escribo todos mis posts de LinkedIn de la semana siguiente. No soy una máquina, y si por alguna razón no puedo terminar ese día, tengo reservado un bloque de tiempo el domingo. Cuando termino, reviso todo.
La Planificación del Domingo consiste básicamente en programar los posts para no tener que publicarlos manualmente. Suelo programar en grupos de a tres (el Domingo programo de Lunes a Miércoles, el Miércoles programo de Jueves a Sábado), esto me permite una última revisión durante la semana.
Existen otras alternativas para programar tus posts de LinkedIn. Aquí te dejo algunas que he usado de tanto en tanto:
Publer
Buffer
Typeshare
Perfect Post
Estas soluciones no solo te permiten publicar en LinkedIn, también se conectan con otras redes sociales y brindan analíticas y herramientas de visualización.
Puede que escribir 8 horas seguidas sea mucho para ti.
No quiero que copies mi modelo al pie de la letra. Úsalo como referencia nada más.
Estudia el concepto, examina tus bloques de tiempo libre en la semana, para eso esta entrada te será muy útil
Cambia tu mentalidad, pasa de ser una hormiguita laboriosa que carga granos de arroz todo el día, a un león, que se pasa todo el rato tumbado al sol pero que, cuando se enrola en una cacería da el máximo para atrapar a esa presa.
Y, ahora que ya tienes identificados tus bloques de tiempo y los distribuiste de acuerdo a tus necesidades… ¡Prepárate! A partir de mañana vamos a averiguar qué escribimos en ellos.
Para los miembros de mi comunidad, el diseño de mi semana y el modelo en limpio estará disponible dentro del grupo para que lo descarguen y lo adapten a sus necesidades.
¿Te está resultando útil este taller?
Escribe en comentarios tus dudas o sugerencias para mejorar la calidad de estas entradas.
Recuerda que este taller es la preparación para el reto 30 Borradores de Abril para LinkedIn, en la que escribiremos una publicación cada día.
En mi comunidad de escritura te llevo de la mano para ayudarte con estas actividades.
Si quieres ser parte de mi tribu, escribe Quiero entrar! y te envío una invitación por privado.
Saludos y continuamos mañana.