La Mascota Resentida | Dito Ferrer
Un tierno y hermoso canario hará hasta lo imposible para desplazar a la cotorra. Y convertirse en la mascota preferida.
Desde que llegó a casa nos recortaron la porción de maíz y nos desterraron a un rincón aislado del patio.
Ahora solo podemos escuchar su cacareo constante y el batir de aquellas alas perezosas mientras todos los humanos compiten por su atención. Mis compañeros dicen que es la cosa más natural del mundo, a los humanos les gusta rodearse de criaturas hablantes.
Por eso lo prefieren a él por sobre nosotros, y le dedican todo su tiempo. Ese pájaro loco y vulgar. ¿Solo porque se puede pronunciar unas cuantas palabras? Nosotros somos más bonitos, podemos cantar y nos movemos con más agilidad. No causamos ningún tipo de problema (siempre que no se nos deje la puerta de la jaula abierta). Solo pedimos maíz y un rato al contacto con el sol, nada más.
Pero parece que no es suficiente con ser una ave aplicada en el cumplimiento de sus obligaciones. Hay que resaltar, hay que armar escándalo. Pues bien, eso es lo que haré, aunque mis compañeros me hayan advertido del peligro que corro.
¿Por qué no intentar competir con ese loro marginal? ¿Cómo es que dice siempre? "Pan pa' la cotorrita". Bueno eso no parece dificil de pronunciar:
"pi, pi, pi". No, así no es como dice, déjame intentarlo una vez más:
"pi, pi, pi..."
¡Es muy dificil! Tiene que existir una técnica especial, una manera de colocar el pico. Solo ese loro me puede enseñar. Pero, ¿cómo llego a él? ¡Ya sé! Voy a hacer alboroto para que cuando la señora venga a abrir la jaula escaparme. Así podré ponerme de frente a ese loro. Pico a pico. Y tendrás que enseñarme a hablar.
"¡Pi, pi, pi, pi, pi...!"
Ya viene a revisar, fue más fácil de lo que pensé. Mis compañeros me dicen que me calle, que voy a terminar mal, pero estoy decidido. Después, cuando me convierta en el preferido ya verán lo que pasa. ¡No estoy dispuesto a compartir mi maíz con nadie!
"¡Pi, pi...!
Ya salí, por poco me atrapa con esa mano tan grande. Ahora me está espantando con la escoba pero soy muy rápido, soy un canario intrépido. Voy a volar hacia la sala, ¡rápido! ¿Dónde está esa ave perezosa y taimada? ¡Allí estás! Vas a enseñarme cómo se habla, vas a enseñarme cómo agradarle a los humanos, vas a enseñarme a ser como tú.
"¡Pi, pi, pi!"
¿Cómo dices? Eso no es idioma humano. ¿Por qué repites todo lo que te digo?
"¡Pi, pi, pi!"
¡No lo hagas más! ¿Te estás burlando de mí?
¡Para de repetir todo lo que te digo!
Si te gustó este relato no dudes suscribirte a mi boletín. El corazón de mi arte entregado en la bandeja de tu correo electrónico.
Sin esfuerzo.